"Sacalas"
Uno de los primeros paseos fue al Chinatown.
Nota1:Es preciso aclarar que, al principio, hacíamos todo caminando (sin exagerar, unos 8km al día), desde el depto.al destino y volver. Interesante para pasear y conocer, pero muy agotador. Ahora, subte y bondi son nuestros grandes compañeros.
Lo primero que hicimos en Chinatown fue buscar un lugar para comer y encontramos uno muy bueno:
El plato se llama Chow Fun, pero como ven, no es el que conocemos (fideos en vez de arroz). Eso si, muuuy rico.
Preguntamos a quien nos atendía, si nos podía indicar/recomendar alguien que nos vendiera las famosas carteras de marca (y celulares, etc). Nos respondió que "buscáramos a quién tenía un pequeño diario de deportes". Salimos, miramos un poco, y ahí estaba: una señora que, en un (muy, muy) rudimentario inglés, nos dijo que la siguiéramos sólo 2 cuadras (que resultaron obviamente, 5 o 6). Si bien era una anciana, aceleraba el paso como si corriera los 100 metros llanos, pero en cuanto se alejaba mucho, volvía a aparecer entre la marea de gente, levantando la mano y señalando que la siguiéramos.
Llegamos finalmente a una plaza (no hay fotos: cuando saqué la cámara me miraron con cara de si querés conservarla, guardala!) donde una enorme multidud de chinos hacía de todo: ancianos jugando ajedrez chino, un Don Johnson chino (alto, pelo blanco jovial, ropa canchera) tomaba apuestas de quién sabe qué, y nuestros anfitriones, quienes en unas carpetas, pasaron a mostrarnos las imágenes de los productos a ofrecer. En el interin, nuestra guía a bizarro Disney repetía "Sacalas, sacalas", pero no entendíamos que nos decía.
Luego de arduas y largas negociaciones, llegamos a un acuerdo (rebajamos al 30% del precio original, pero yo creo que podríamos haber seguido hasta el 10%) y los vendedores se esfumaron (casi literalmente) a buscar los productos, a "5 cuadras". Mientras, nos seguían repetitiendo "Sacalas, sacalas".
Volvieron al rato, con una gran bolsa negra, chequeamos todo (si son imitaciones, no hay chance de darse cuenta) les pagamos y nos pidieron que nos fuéramos.
Nuestra guía hizo un último intento de ofrecernos su producto estrella: "Sacalas, sacalas: Ley Ban, Amani, Plada"... ahí finalmente entendimos... Sunglasses!
"No gracias", preferimos no indagar más y partimos buscando un nuevo destino.
Nota1:Es preciso aclarar que, al principio, hacíamos todo caminando (sin exagerar, unos 8km al día), desde el depto.al destino y volver. Interesante para pasear y conocer, pero muy agotador. Ahora, subte y bondi son nuestros grandes compañeros.
Lo primero que hicimos en Chinatown fue buscar un lugar para comer y encontramos uno muy bueno:
Beef Chow Fun - Canal Street |
El plato se llama Chow Fun, pero como ven, no es el que conocemos (fideos en vez de arroz). Eso si, muuuy rico.
Preguntamos a quien nos atendía, si nos podía indicar/recomendar alguien que nos vendiera las famosas carteras de marca (y celulares, etc). Nos respondió que "buscáramos a quién tenía un pequeño diario de deportes". Salimos, miramos un poco, y ahí estaba: una señora que, en un (muy, muy) rudimentario inglés, nos dijo que la siguiéramos sólo 2 cuadras (que resultaron obviamente, 5 o 6). Si bien era una anciana, aceleraba el paso como si corriera los 100 metros llanos, pero en cuanto se alejaba mucho, volvía a aparecer entre la marea de gente, levantando la mano y señalando que la siguiéramos.
Llegamos finalmente a una plaza (no hay fotos: cuando saqué la cámara me miraron con cara de si querés conservarla, guardala!) donde una enorme multidud de chinos hacía de todo: ancianos jugando ajedrez chino, un Don Johnson chino (alto, pelo blanco jovial, ropa canchera) tomaba apuestas de quién sabe qué, y nuestros anfitriones, quienes en unas carpetas, pasaron a mostrarnos las imágenes de los productos a ofrecer. En el interin, nuestra guía a bizarro Disney repetía "Sacalas, sacalas", pero no entendíamos que nos decía.
Luego de arduas y largas negociaciones, llegamos a un acuerdo (rebajamos al 30% del precio original, pero yo creo que podríamos haber seguido hasta el 10%) y los vendedores se esfumaron (casi literalmente) a buscar los productos, a "5 cuadras". Mientras, nos seguían repetitiendo "Sacalas, sacalas".
Volvieron al rato, con una gran bolsa negra, chequeamos todo (si son imitaciones, no hay chance de darse cuenta) les pagamos y nos pidieron que nos fuéramos.
Nuestra guía hizo un último intento de ofrecernos su producto estrella: "Sacalas, sacalas: Ley Ban, Amani, Plada"... ahí finalmente entendimos... Sunglasses!
"No gracias", preferimos no indagar más y partimos buscando un nuevo destino.
Pax en Boston
El domingo teníamos planificado un viaje relámpago a Boston, cumpliendo anhelos sin tiempo de mis acompañantes de viaje.
A las 6.00 AM estábamos en el Avis de 43rd y 2nd buscando el Focus que nos serviría de transporte.
Salimos raudos, esperando que el GPS se active (le cuesta encontrar satélites en el medio de Manhattan) y, a los 3 kilómetros ya estaba, obviamente, perdido.
Agarramos la I95, doblamos mal, y terminamos en Queens, luego retomamos, ya con el GPS, nos perdimos nuevamente, y terminamos en la I91, en buen camino, sólo que algo más largo.
Una excelente mañana, fresca pero soleada nos acompañaba, y decidimos parar a desayunar, ya avanzados en la ruta, en un D. Donutsa 50km de NYC.
Salimos luego raudos para el BCES (Boston Convetion and Exhibition Center), buscando encontrar la PAX antes que el primer evento finalizara.
PAX East
http://east.paxsite.com/
En la entrada a Boston, como costumbre, nos volvimos a perder (nos metimos en una estación de omnibus, donde por suerte un anciano (con cara de "numbers I give a fuck = 100000 por 0) nos expulsó gentilmente del predio), y alrededor de las 11.30 estábamos llegando a la PAX. Cuando parecía que no encontrábamos el lugar, recordamos el consejo de los organizadores "find the geek going to the PAX", los seguimos y finalmente arribamos a destino. Auto en valet parking (la última que nos faltaba era perdernos en un estacionamiento del tamaño de 4 aeropuertos) y entramos...
Exhibiciones, eventos, juegos exclusivos que aún no salen a la venta, personalidades y personajes y mucha, mucha gente disfrazada..
Paseamos por todos lados, conocimos mucha gente de todo tipo y color (o colores de una enorme amplitud cromática) y decidimos emprender la retirada.
Dimos unas vueltas por Boston: una lindísima ciudad, por momentos detenida en el tiempo, antigua y moderna a la vez, con un explícito ambiente y ritmo diferente a NYC.
Retomamos la ruta antes que se hiciera tarde y, luego de largo viaje por algunas interrupciones de tránsito (sobretodo en la entrada a Manhattan) regresamos a nuestro (temporario) hogar.
A las 6.00 AM estábamos en el Avis de 43rd y 2nd buscando el Focus que nos serviría de transporte.
Salimos raudos, esperando que el GPS se active (le cuesta encontrar satélites en el medio de Manhattan) y, a los 3 kilómetros ya estaba, obviamente, perdido.
Agarramos la I95, doblamos mal, y terminamos en Queens, luego retomamos, ya con el GPS, nos perdimos nuevamente, y terminamos en la I91, en buen camino, sólo que algo más largo.
Una excelente mañana, fresca pero soleada nos acompañaba, y decidimos parar a desayunar, ya avanzados en la ruta, en un D. Donutsa 50km de NYC.
Salimos luego raudos para el BCES (Boston Convetion and Exhibition Center), buscando encontrar la PAX antes que el primer evento finalizara.
PAX East
http://east.paxsite.com/
En la entrada a Boston, como costumbre, nos volvimos a perder (nos metimos en una estación de omnibus, donde por suerte un anciano (con cara de "numbers I give a fuck = 100000 por 0) nos expulsó gentilmente del predio), y alrededor de las 11.30 estábamos llegando a la PAX. Cuando parecía que no encontrábamos el lugar, recordamos el consejo de los organizadores "find the geek going to the PAX", los seguimos y finalmente arribamos a destino. Auto en valet parking (la última que nos faltaba era perdernos en un estacionamiento del tamaño de 4 aeropuertos) y entramos...
Exhibiciones, eventos, juegos exclusivos que aún no salen a la venta, personalidades y personajes y mucha, mucha gente disfrazada..
Paseamos por todos lados, conocimos mucha gente de todo tipo y color (o colores de una enorme amplitud cromática) y decidimos emprender la retirada.
Dimos unas vueltas por Boston: una lindísima ciudad, por momentos detenida en el tiempo, antigua y moderna a la vez, con un explícito ambiente y ritmo diferente a NYC.
Retomamos la ruta antes que se hiciera tarde y, luego de largo viaje por algunas interrupciones de tránsito (sobretodo en la entrada a Manhattan) regresamos a nuestro (temporario) hogar.
NYC bis: 2012
Han pasado ya varios días de viaje, y, creo es oportuno relatar, al menos algo, de lo acontecido:
El viaje y Paul Auster:
Viernes 6 de abril da comienzo a una nueva travesía (salteamos México por lo breve), esta vez por American Airlines, vuelvo directo a NYC.
Migraciones y declaración de objetos es ahora algo más burocrático, y demora más tiempo (atentos a los que viajen justos de tiempo): los objetos se declaran al lado de la cola de migraciones y esta misma demora una eternidad.
Luego de esa cola, tuve que acompañar a una mujer con un bebé y un cochecito, porque no sabía a dónde ir, y nadie le daba bola (llevando el bolso y el cochecito).
A punto de embarcar, suena mi nombre en los altoparlantes. Pensé: "o finalmente me toca business o me pasan a otro vuelo", pero no. Si podía cambiar de asiento porque una familia quería estar junta.
El cambio de asiento resultó en algo que nunca me había pasado en todos los viajes que he hecho sólo: Por primera vez, me tocó una chica linda al lado mío (y además simpática). "Heather" iba de BA hacia Los Angeles, con escala en NYC, trabaja en Wells Fargo y volvería a Argentina en Junio (aunque aún no entiendo por qué). Es muy probable que nunca la vuelva a ver, pero el detalle casualidad/causalidad "Paul Auster" me pareció bastante curioso.
Aeropuerto JFK:
Llegué a las 5.30, pero tenía que esperar a mis compañeros de viaje, sucesivamente, a las 7.45 y 9.15. Increíblemente, todo salió bien y alrededor de las 9.40, estábamos pisando suelo neoyorquino. Tomamos un taxi inmenso, que en tiempo record (creo que aceleró más de lo que lo hizo el avión), Ravi nos dejó en 42nd y 10th Ave.
Primeros pasos en Hell´s Kitchen:
El barrio donde nos estamos quedando, se llama "Hells Kitchen" (o Clinton). El nombre viene del 1800, hoy no tiene una real referencia (era un barrio de baja calaña, imitando el nombre de un lugar en Londres. Le puso así un periodista al ir a investigar un asesinato múltiple, comentando que no podía haber un lugar peor. Repito, hoy es un lugar bastante bueno), pero es bastante simpático. Realmente un muy lindo lugar, con excelente ubicación (Location, location, location). A dos cuadras de Times Square (la zona donde están las pantallas inmensas), con una comisaría enfrente, y rodeada de Delis dónde comer de todo a buen precio.
El depto, que nos tocó, realmente excelente. Cómodo, amplio, con todos los artefactos. Eso si, la calefacción es a prueba de friolentos y asfixia un poco (estos días las noches son aún algo frescas). Nada grave, dormimos con la ventana abierta (piso 15).
En fin, un excelente comienzo,
El viaje y Paul Auster:
Viernes 6 de abril da comienzo a una nueva travesía (salteamos México por lo breve), esta vez por American Airlines, vuelvo directo a NYC.
Migraciones y declaración de objetos es ahora algo más burocrático, y demora más tiempo (atentos a los que viajen justos de tiempo): los objetos se declaran al lado de la cola de migraciones y esta misma demora una eternidad.
Luego de esa cola, tuve que acompañar a una mujer con un bebé y un cochecito, porque no sabía a dónde ir, y nadie le daba bola (llevando el bolso y el cochecito).
A punto de embarcar, suena mi nombre en los altoparlantes. Pensé: "o finalmente me toca business o me pasan a otro vuelo", pero no. Si podía cambiar de asiento porque una familia quería estar junta.
El cambio de asiento resultó en algo que nunca me había pasado en todos los viajes que he hecho sólo: Por primera vez, me tocó una chica linda al lado mío (y además simpática). "Heather" iba de BA hacia Los Angeles, con escala en NYC, trabaja en Wells Fargo y volvería a Argentina en Junio (aunque aún no entiendo por qué). Es muy probable que nunca la vuelva a ver, pero el detalle casualidad/causalidad "Paul Auster" me pareció bastante curioso.
Aeropuerto JFK:
Llegué a las 5.30, pero tenía que esperar a mis compañeros de viaje, sucesivamente, a las 7.45 y 9.15. Increíblemente, todo salió bien y alrededor de las 9.40, estábamos pisando suelo neoyorquino. Tomamos un taxi inmenso, que en tiempo record (creo que aceleró más de lo que lo hizo el avión), Ravi nos dejó en 42nd y 10th Ave.
Primeros pasos en Hell´s Kitchen:
El barrio donde nos estamos quedando, se llama "Hells Kitchen" (o Clinton). El nombre viene del 1800, hoy no tiene una real referencia (era un barrio de baja calaña, imitando el nombre de un lugar en Londres. Le puso así un periodista al ir a investigar un asesinato múltiple, comentando que no podía haber un lugar peor. Repito, hoy es un lugar bastante bueno), pero es bastante simpático. Realmente un muy lindo lugar, con excelente ubicación (Location, location, location). A dos cuadras de Times Square (la zona donde están las pantallas inmensas), con una comisaría enfrente, y rodeada de Delis dónde comer de todo a buen precio.
Flea's Market en Hells Kitchen |
El depto, que nos tocó, realmente excelente. Cómodo, amplio, con todos los artefactos. Eso si, la calefacción es a prueba de friolentos y asfixia un poco (estos días las noches son aún algo frescas). Nada grave, dormimos con la ventana abierta (piso 15).
En fin, un excelente comienzo,
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